Al que madruga, dios lo ayuda.
¿ Que se encubre detrás de esta frase tan utilizada por una generación y repetida hasta el hartazgo por las precedentes? Quizás un refrán más: Palabras que sirven en algún silencio para no dejar ese espacio vacío en la charla. El discurso de la ayuda divina es discutible desde todos los puntos de vista, sin entrar en temáticas espirituales, los seres humanos falibles estamos expectante de algo más. Algo que nos ampare cuando las papas queman, por eso, nos aferramos a la idea de que cualquier milagro puede salvarnos. No me puedo imaginar que le hubiera pasado a Moisés, si el día pactado para la liberación del pueblo hebreo, las pilas de su despertador hubieran fallado. Quizás el cansancio del día anterior sumado al arduo trabajo de coordinar todo un pueblo, hubieran surtido efecto en su cuerpo, provocando que no se pudiese levantar antes del amanecer. Al no madrugar incumplió la regla socialmente establecida, por lo tanto, tiene que prescindir de la ayuda de dios. El curso de la h...