Un lugar
U n lugar es ese espacio que nos resguarda, contiene todo aquello que consideramos nuestro y vital para la supervivencia. Es tan personal que cada pedazo de nuestra historia se representa en pequeños fragmentos sobre una pared o un escritorio. Pero ¿Qué pasa cuando ese espacio se invade? Se rompen todas las construcciones subjetivas, ahora hay un otro que mira, juzga y reinterpreta cada una de nuestras tribales simbologías. Un ojo que escrutiña cada rincón de la habitación y da un sentido nuevo.
Siempre me gustó pensar que los lugares no
están fuera sino dentro de uno. Confinado al rincón más apestoso de la ciudad o
en un gran palacio digno de pertenecer a la casta superior de narcos, el
individuo cae en un vacío si no lo llena con lo que lleva dentro: visiones,
pasiones, delirios, sueños, recuerdos. Entonces los lugares no se construyen,
sino que se exteriorizan para dar un sentido único y personal. Hay veces en la
que necesitamos volver a esos lugares para saber que se hizo mal: Que se
rompió, que se perdió, que se cambio para mal. El proceso de la existencia
plantea una toma de decisiones constantes en la que no se puede pensar mucho,
se actúa hasta por instinto sin siquiera percibir cuales serán las
consecuencias.