2 Hermanos (Relato)
Lo que queremos y lo que necesitamos fueron al río. Lo que necesitamos siempre fue un poco tímido, se sentaba en un rincón y esperaba que le preguntaran que tipo de fiambres, quería en su sanguche. En vez de divertirse y dejarse llevar por un espectacular día de sol, al aire libre, prefería pensar las cosas más de una vez, enroscarse en sus propios pensamientos y al final terminar poniéndose una excusa para no hacer.Sin embargo, en algunas ocasiones, era muy decidido. Nadie se olvida la vez que se tiró al agua, apenas había llegado a la orilla del río, como si tuviera la profunda convicción de que iba a llegar al otro lado, de una sola brazada. Nado con mucha hambre, casi con desesperación y finalmente lo logró. Cuando le preguntaron porque lo había hecho, arriesgándose a contraer una gripe que le duraría por semanas dijo: “ Una voz dentro mío, repetía que nunca deje de buscar “Acto seguido comenzó a estornudar de una forma repetitiva. Estuvo en cama todo un mes, reflexionando sobre su actuar impulsivo, pero no se arrepentía de nada.
Lo que queremos, se mostraba de otra forma. De un actuar por momentos mucho más demostrativo, avasallante, no le importaba los obstáculos si del otro lado estaba lo que exigía alcanzar. Pero cuando le preguntaban a dónde quería llegar con la vida que estaba llevando, no tenía ningún tipo de respuestas. No vivía nada más que el presente, pero lo hacía a pleno; si le gustaba una chica iba a fondo por más que tuviera novio, si se le antojaba una fruta del árbol más grande se subía e intentaba alcanzarla, bailaba y bebía todo lo que encontraba a su paso. Era simple, básico, vivía el momento, disfrutaba, agradecía, pero vivía en lo superficial; envidiaba el actuar impulsivo de su hermano, ya que él nunca mostraba demasiado lo que había en su interior. Algunas tardes, iba hasta el fondo de la estancia a tirarse sobre la hierba seca y contemplar el cielo naranja, con el único deseo de que alguien lo encuentre y sólo pueda reír a su lado.
No se sabe qué inconveniente hubo entre ellos, muchos decían que eran muy unidos como así también explosivos a la hora de pelear. El cielo naranja esta vez cubría el río, donde ambos se agarraban del cuello para saber quién ganaría la última pelea, donde uno ya no aguantaría la respiración y dejaría de existir.