No todos van a trabajar

No todos van a trabajar, algunos están haciendo valer sus horas diarias. Pasan de un medio de transporte a otro y a otro, para darle sentido a ese día. Para cuando apoyen la oreja en la almohada ese día haya sido productivo. Cada día se va con la sensación de haber cumplido con la responsabilidad de ser una persona, como tantas otras. Por hoy lo fui.
Otros van en la búsqueda de un boleto que les permita cubrir sus necesidades básicas. Tantas veces escuche "necesidades básicas" en el colegio, que nunca supe si había alguien con la manta lo suficientemente grande para cubrirlas todas. Después cuando me tocó salir al mundo real, me di cuenta que no había manta, sino contactos y un poco de suerte. Los que carecemos de estas condiciones, vamos en búsqueda del boleto todos los días. Ese que después cambiamos por comida, abrigo, cuentas, diversión, proyectos, y en ver felices a los que queremos.
Pero, no todos van a trabajar. Algunos persiguen una meta,una razón, un objetivo. Parece tonto viajar dos horas para llegar a un lugar solo para entrenar el deporte que te gusta solo una hora. Someterse a los vaivenes del transporte público, cuando podrías ocupar ese tiempo en alguna actividad que te guste o, solamente quedarte durmiendo un rato más. La decisión de agarrar los apuntes de la facultad, el resaltador, la mochila, no es para cualquiera. La valentía ocupa gran parte de esa mochila que se carga.
Pero, insisto, no todos van a trabajar. Algunos solo salen a disfrutar el día, a sentir que ese viaje es único, solo porque se esta dando en ese momento. Salen a que el sol, les pegue una cachetada fuerte en la cara. A recorrer una calle, para saber donde termina;a vagar en horas de la mañana, por el mero gusto de respirar el aire de la ciudad, de sus infinitas historias, olvidando que alguien un día invento el reloj para informarle al hombre,que su tiempo era valioso.

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