Insomnio

No puedo dormir y creo saber por qué. Me invade un sentimiento muy parecido a ese que te mira de reojo un domingo a la tarde, y a la noche te mete un cross de izquierda en el mentón.Quizás se deba a que por un tiempo no voy a tomar el tren como siempre por lo que estoy obligado a modificar el recorrido que hacía cada mañana. Es feo cambiar de rutina drásticamente, peor es enterarte justo en ese instante que eras feliz con poco: un vagón, un asiento en el fondo, tu asiento, una ventanilla, tu ventanilla. Creo que de eso va todo esto, no se trata de las cosas que tengas sino de las que forman parte de tu rutina. Lo que llamas tuyo, ese es tu reino. ¿Será ésta delgada línea una frontera con la zona de confort? Es exagerado pensar que el sólo hecho de modificar una rutina afecta mi estado, pero lo hace.

Pienso en las dos horas de viaje adicionales, pero también en que no voy empezar el día como siempre. Como no te vas a acostumbrar a lo que te gusta? A una sonrisa,a una mirada bien puesta, a un chiste tonto pero que descomprime. El problema es cuando falta, porque no es sólo la ausencia lo que mata sino enterarse cuán apegado estabas a eso.

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